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Deliciosa comedia norteamericana del año 40 en un blanco y negro intimista, muy a tono con la historia de fantasmas y del amor más allá de la muerte que nos cuenta Edward Sutherland sobre un guión de Adele Comandini. "Dulce evocación",Beyond Tomorrow en inglés (titulo mucho más acertado) nos cuenta una historia amable con cierto aire de Capra, una cierta inocencia expositiva y sin la ironía del gran director.
Magnífico reparto de viejas glorias secundarias, Harry Carey, C. Aubrey Smith, Charles Winninger, Alex Melesh, Maria Ouspenskaya y Helen Vinson entre otros. La historia que comienza con la gracia y agilidad, pero sin la malicia, de un Lubitsch, nos cuenta la noche de Navidad de tres ancianos ingenieros de Nueva York que van a celebrar una cena con unos amigos en su mansión, pero estos les fallan. Deciden probar la honradez de sus conciudadanos y de esa forma añadir cierta emocion a la noche navideña y lanzan a la calle tres carteras nuevas con un billete de diez dolares en cada una y la tarjeta de cada uno de ellos.
A partir de aquí la trama, bastante previsible dada la bondad traviesa del planteamiento, dará lugar a la aparición de una joven y un muchacho que serán casi de inmediato convertidos en protegidos de los tres animosos ancianos y aparecerá el amor. No les cuento nada más porque la falta de doblez dramática del guión les permitiría saber todo lo que pasa con solo enunciar lo básico. Pero observen la presencia del servicio doméstico de los tres caballeros, formado por una noble dama rusa que tuvo que huir de su país y su criado que le acompaña desde entonces.
En fin, una comedia con fantasmas deliciosos y una trascendencia de voz grave y luminarias, otra vida para los buenos que protegen a los enamorados hasta desde el más allá.
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