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Magnífico western crepuscular, con un guión interesante y original (un poco exagerado y poco creíble, pero realista al fin) unas interpretaciones de lujo, una tensión tarantiniana llevada con excelente oficio, un desenlace inteligente y una ambientación, fotografía y diálogos de primera. "Suena" mucho a los "Los odiosos ocho" o "Django" de Tarantino, pero mantiene su propia personalidad. Excelente aunque puede disgustar a los que no gustan de la fantasía sangrienta y la casquería vomitiva, pese a que está bien medida y uno acaba aceptándola. Una mezcla de western y terror pocas veces intentada.
El director y escritor S. Craig Zahler presenta su ópera prima y vive Dios que apunta maneras y estilo. Ejemplar resultado de la unión de un bajo presupuesto y sentido de la libertad creativa, que parece haberse contagiado a los actores. Soberbia idea de un ritmo narrativo en el que las cosas ocurren despacio y en su momento. El secuestro de una joven doctora y el posterior rescate no deja de ser un tópico, la manera de resolverlo y los ingredientes utilizados es otra cosa. Desde los indios caníbales, al fugitivo, el pistolero remilgado y el cheriff con ayudante anciano (un guiño a esa pareja bastante corriente, en lugar de viejo, borracho, etc, ver el "Rio Bravo" de Hawks ) el marido de la secuestrada con una pierna rota, los personajes se pasan media película viajando por las praderas del oeste, a caballo o andando, con encuentros con bandidos mejicanos, como si de una road movie se tratara. Un Russell contenido se enfunda en el papel de sheriff, Matthew Fox de marido justiciero, y un grupo de secundarios que parecen pasarlo bomba con la película , exactamente como nosotros. La ambientación de primera a pesar de la escasez de dólares. Como de primera es la calificación a este filme. No se la pierda.
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