Rara vez un libro de cocina tiene tanto "sabor literario". Simonetta Agnello Hornby es una escritora habil y generosa, una mujer sensible y al parecer le encanta la buena cocina de su tierra natal (Sicilia), además de una excelente abogada y mujer de empresa. Es la niña que tan deliciosamente nos sonríe desde la portada. Su libro, lleno de referencias autobiográficas se lee con interés y logra comunicarnos cierta nostalgia del tiempo pasado en un lugar concreto, Sicilia y unas vivencias infantiles y juveniles de indudable atractivo, aderezados por los rituales del huerto y la cocina, de la hospitalidad siciliana y de los usos y costumbres tradicionales que emanan un dulce olor alcanforado y entrañable sobre una época que ya está, irremediablemente, terminada.
Como nos ocurre con Proust, estas memorias están sesgadas por la clase social de la protagonista y escritora, una familia de la clase alta siciliana, terratenientes de un país apegado a sus tradiciones y con una mayoría de población pobre y en algunos casos de extrema pobreza. La hermana de la autora Chiara es una cocinera excelente, conocedora de las recetas y trucos culinarios de su tierra (en el libro se reproducen 28 recetas de Chiara, separadas por las estaciones), pero lo que mas atrae de la narración es el profundo y nostálgico aroma de esos tiempos (vistos, claro esta, desde una posición de privilegio) y un lugar lleno del encanto de la autenticidad y la descripción de una naturaleza de gran belleza.
Libro, pues, de recuerdos de las dos protagonistas, la autora y su hermana que durante unos meses se dedicaron a "recorrer juntos los años de la infancia, reconstruyendo sucesos que cada uno percibió a su manera, confrontando los recuerdos propios con los de otros primos y los campesinos". Las recetas, la mayoría de la madre de la autora y su amada tía Teresa, sirven como "magdalenas de Proust" para avivar recuerdos y vivencias: "Cada vez que preparamos uno de sus dulces, nos paree que la tía Teresa vuelve a la vida: cabellos blancos, collar de perlas y una sonrisa". De particular belleza resulta la evocación de las costumbres campesinas, como las de las recogedoras de almendras, las jóvenes "mennulare". Hay páginas que parecen surgir de "Novecento" o de "Il Gatopardo", pero sin la profundidad histórica o la crítica social de esas obras, sino todo endulzado con el tono nostálgico de la autora.
FICHA
UNAS GOTAS DE ACEITE.- Simoneta Agnello Hornby.- Trad. de Teresa Clavel.- 263 págs.- Gatopardo ediciones.-ISBN 9788494510052