Conseguir la felicidad durante la vida, nos despreciar al cuerpo sino mas bien cuidarlo, fortalecerlo, manteniéndose apartado de los excesos, nutrir de amor y amistad la existencia cotidiana, aplicando el altruísmo y el desinterés propio como norma de fraternidad: una visión materialista, justa y honesta del mundo que no tiene dioses, ni infiernos o paraísos, constituían un mensaje demoledor y se comprende que se le considerara revolucionario y peligroso.
Como escribe Emilio Lledó en la nota previa a su libro: "El epicureísmo nos puso en camino de superar, desde una revolucionaria idea de la existencia, la doble moral, la doble o múltiple verdad, bajo la luz que se levantaba desde el reconocimiento real del cuerpo, de su libertad y de su forzosa y solidaria instalación en el mundo...alumbró la democratización del cuerpo humano, el apego a la vida y a la pobre y desamparada carne de los hombres".Lledó (Sevilla, 1927) publicó en 1984 este libro sobre el epicureísmo , donde ya se traslucen las líneas principales del pensamiento de este autor: la felicidad como objetivo y misterio, la búsqueda necesaria e iluminadora del conocimiento, los senderos creativos que marca la amistad, la honestidad como motor ético, y el respeto al cuerpo en sí mismo y en el surco del tiempo.
Para Lledó “La lectura de Epicuro sigue siendo un saludable estímulo para la defensa de la vida, del gozo, de la serenidad y de la solidaridad”.
Pero ¿cómo ha de hacerse esa lectura? Desde el mismo lenguaje que la limita y la condiciona. Y así analizando las palabras y los conceptos buscamos el sentido. La palabra "eudaimonia" tan utilizada por Epicuro , no sólo de debe traducir como "felicidad" sino que encierra unos significados que se relacionan de forma dinámica con los actos "buenos y correctos"que nos acercan al destino adecuado y también a la vida como plenitud, sin que en ello intervenga ninguna fuerza divina. A los dioses hay que respetarlos, dice Epicuro, pero nunca les interesan los hombres y sus problemas. Son un símbolo de algo pleno y perfecto que existe de espaldas al mundo humano. Todo lo humano es responsabilidad de los humanos. La bondad y la miseria, la violencia y la amistad desinteresada. La eudaimonia es alcanzar alguna vez , alguno de los elementos buenos y correctos de la existencia y evitar los malos e incorrectos. Para Lledó, Epicuro representa en la filosofía clásica el paso del mito al Logos, de la mitología a la filosofía desnuda de dioses, supersticiones que disfrazan los fenómenos naturales y poderes ocultos en forma de Destino o Fortuna. "Expresión de un progresivo desarrollo del pensamiento racional que estuvo presente en la filosofía griega desde los presocráticos, encuentra en Epicuro una contundente confirmación".
Quizá en lo que estoicismo está más cerca de los epicúreos es en la consideración de la muerte, nos dice Lledó, y muchas frases de Epicuro podrían estar firmadas por Séneca o Marco Aurelio: “Acostúmbrate a pensar que la muerte nada es para nosotros. Porque todo bien y mal reside en la sensación, y la muerte es privación de sentir”.
Por tanto mientras vives, todo es cuerpo y desde él, se debe estructurar el pensamiento y la vida. Una inteligencia que intente explicar lo real sin tener en cuenta los sentidos, pues, es incompleta e insuficiente. "Y habría que negar toda filosofía que apoye el ocultamiento y olvido de la radical estructura del ser humano".
En este libro interesante y clarificador he destacado una frase en la que al hablar de la lucha por la felicidad (tan esencial en la naturaleza humana), se dice en reflexión de Lledó: "La felicidad emerge de un permanente estado de vigilia en el que, a distintos niveles de conciencia, se plantea la necesidad de una correspondencia entre la posibilidad y la realidad, entre la armonía del cuerpo y el espacio histórico concreto donde este se desarrolla y alienta".
FICHA
EL EPICUREÍSMO.- Una sabiduría del cuerpo, del gozo y de la amistad.- Emilio Lledó. -156 págs. Círculo de Lectores. ISBN 9788422680178