"Ball of fire" o "Bola de fuego" de Howard Hawks es uno de los grandes clásicos de la comedia norteamericana, en la que resuena el ingenio y la ironía de ese ser irrepetible que fue Billy Wilder, coautor del guión junto con Charles Brackett y Thomas Monroe, sobre un cuento escrito por Wilder cuando aún era un director europeo, una visión corrosiva del famoso cuento de Blancanieves y los siete enanitos (si recordamos la película de Disney, los siete profesores de Hawks remedan a los de dibujos animados).
Lo cierto es que no es de las mejores comedias de Hawks ("La fiera de mi niña" o "Luna nueva" ) pero si una de sus mejores películas debido precisamente al hecho de la intervención del genio cáustico de Wilder en el guión y a su cinismo crítico. Con las presencias llenas de encanto de Bárbara Stanwyck y Gary Copper (al que Hawks logró imprimir una vis cómica del todo inesperada y sorprendente, a veces creemos estar ante una visión primeriza de Gary Grant) y un magnífico elenco de secundarios, las aventuras de esa chica de cabaret que huye de la policía y el grupo de profesores incautos, inocentes y enternecedores, logra momentos de una comicidad insuperable, en la que pardójicamente se nos vende un engaño y un abuso de confianza como una comedia agridulce.
La eficacia de esta película inspiró una segunda versión "Nace una canción" (1948) con Danny Kaye y Virginia Mayo (dirigida tambien por Hawks) y una visión distinta del arquetipo argumental de la mano del soberbio Ernest Lubicht con "Ninotchka".
En "Bola de fuego" el argumento juega todo el rato con el doble sentido, los personajes que se hacen pasar por quienes no son y el juego entre una realidad dura, la de la "otra vida" de la chica, vida de cabarets, sexo,violencia, relaciones mafiosas y la vida real-ficticia de la casa aislada con los siete sabios inmersos en su trabajo, al margen de la sociedad y de los problemas y dificultades que existen al otro lado de la puerta.
La intromisión de un ser del lado duro, disfrazada de cordero, belleza angelical con mente y corazon de lobo, trastoca el orden establecido por la vida entre los libros, el conocimiento y los conceptos y simbolos de la cultura. ¿Qué puede surgir de esta incursión del lado salvaje de la vida en el sereno y filosófico del estudio? ¿Y si ademas se produce la chispa amorosa entre la intrusa y uno de los mas inocentes profesores? Pues eso, complicaciones a destajo. Con el añadido de que la otra parte del triángulo, el amante de la chica, es un conocido gangster que necesita a la chica como coartada legal.
Aqui ya el guionista se compadece del espectador y decide ser fiel a la tradición de Hollywood de los finales felices. Pero bueno, mejor que la recuperen en cualquier video club y perciban lo buenos que eran los buenos directores de antes, en la época del nitrato de plata, cuando el blanco y negro resplandecía con un fulgor que nuestra época es incapaz de crear a pesar de todos los adelantos técnicos de la era digital.
Comenta este artículo …