De vuelta al Matarraña. Nuestras plegarias han sido oídas por los dioses. Parte de la tormenta catalana se ha desviado hacia las tierras secas de la franja aragonesa. En este momento desde el estudio veo como un cielo gris de límites inexistentes se confunde con el vaho neblinoso que la lluvia levanta en los bosques, las montañas han desaparecido y los árboles parecen emerger de un océano viviente. Toda esta tierra parece respirar aliviada.
Ultimo el libro de Antón Castro, "El testamento de amor de Patricio Julve". Rozando la excelencia. Escribo una reseña breve y sincera del libro de Carmen Bandrés, novela para madres jóvenes, hasta los cuarenta. Es como una novela generacional. Procuro ser justo sin ser condescendiente. Al fin y al cabo es mi personalísima opinión. En literatura como en arte sobre gustos no se siguen normas absolutas.
Preparo mis papeles analíticos para mi próxima estancia en Poblet. Solo me llevaré un par de libros, mi libreta de notas y el ordenador. Objetivo: espiritual sobre todo. Algo sin definición posible, inefable, renuente a la medida o al control, sin sabor ni olor, como el agua pura, trasparente, incluso vacío.
Comenta este artículo …