Leo al profesor Víctor Moreno, iconoclasta, irónico, cáustico, príncipe del sentido común, derribador de falsedades, destripador de mitos literarios, caballero andante de la lectura y los buenos libros, desenmascarador de ídolos narrativos, azote de ensorbecidos escritores, látigo de pseudocríticos y feroz exégeta inclemente de religiosos mitrados dotados de prepotencia verbal. Es una especie de Dr. Moriarty, el archienemigo de Holmes, a la inversa. Es decir comparte una de las mayores mentes críticas, insobornable y escurridiza, en abierta pugna contra los falsarios literarios, los pedantes y los cursis del mundo de la cultura, con una discreta presencia pública, casi escondiéndose de los focos. Y todo esto con sentido del humor. Disfruté como un loco su reparto de varazos a los críticos - y a algunos autores-- que proliferan por la prensa de nuestro país. Ahora me he agenciado, con ciertas dificultades (parece que Moreno es un escritor maldito, condenado a la oscuridad provincial) de su "Metáforas de la lectura" (Lengua de trapo, 2005) y "La manía de leer" (Caballo de Troya, 2009). Lo estoy pasando muy bien. Ya les hablaré de estos libros. Indispensables.
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