Deliciosa y desmadrada película francesa, dirigida e interpretada por el multifacético franco-argelino Alain Chabat, con el apoyo de otro actor también de procedencia norteafricana, marroquí, Jamel Debbouze, el expresivo actor con el brazo derecho eternamente oculto (perdió su uso a causa de un accidente de tren). Se trata de una divertida versión cinematográfica del cómic clásico y popular de André Franquin, el Marsupilami, cuyo guión ha escrito el mismo Chabat (que además de actor y director es músico y escritor). El Marsupilami, es una criatura mítica cuyo hábitat en la selva y su fulgurante velocidad y el larguísimo rabo con múltiples funciones, unico a un aspecto delicioso, ha dado muchas horas de placer a los aficionados al comic. Con una vaga defensa ecológica unida a una menos vaga crítica a ciertos poderes politicos y militares en los países sudamericanos y a los medios de comunicación, en plan hipérbole cómica, la película se ve con agrado, a pesar de sus multiples concesiones a un humor surrealista en el que no faltan absurdos y bien organizados numeros musicales y de baile y una tendencia disculpable a buscar el "gag" que provoque las risas de niños y menos niños.
La verdad es que lo he pasado muy bien, a pesar de los excesos. Dotado de una fotografía excelente y una ambientación y postproducción notables, estimo que es una película interesante para llevar a los niños que se divertirán y asumirán la desvergonzada y divertida moraleja ecológica que se nos propone, con la jocosa aquiescencia de sus padres, claro.
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