Bueno, si van a ver esta película atraidos por su trailer, se van a llevar una desilusión. Aficionados al terror puro y duro como nos sugiere el trailer, abstenerse. Con un look que sugiere un poco a las dos niñas de "El Resplandor" de Kubrick, aquellas gemelas que se le aparecen al niño visionario en un pasillo del hotel de las pesadillas (nada de oscuridades y negruras y golpes de efecto, el maestro inglés logra una de las mejores cintas de terror sin dejar de iluminar fastuosamente sus escenas). Pues bien, nada de Kubrick, nada de terror.
"Detrás de las paredes" que goza de tres actores magníficos, Daniel Craig (que una vez más demuestra estar muy por encima del encasillamiento de Bond, James, al igual que lo hizo su antecesor más antiguo, Sean Connery), Naomi Watts en una actuación casi innecesaria y Rachel Weisz, tan convincente como siempre. Pero esos tres actores se ven sometidos a un guión que promete mucho y que da bastante poco, con varias trampas al espectador al que se le trata de impresionar de todas las formas posibles.
Se trata de un drama psicológico o mejor dicho psicopatológico, con psicótico incluido, alucinaciones e intervenciones del más allá poco explícitas pero importantes. Jim Sheridan, el director, no convence en esta primera cinta en el género, hoy tan transitado. No logramos sentirnos atrapados por la historia que circula por caminos trillados y que hasta cuando da un giro de timón no supera lo previsible: es como si viéramos a un ilusionista haciendo un truco que conocemos perfectamente de antemano y además lo hace mal. El juego especular de la casa, en un antes y un después muy bien logrado, es lo mejor de la película. Todo lo demás, incluido el absurdo y estropeado final, huelen demasiado a la chamusquina de algo que nos venden lleno de defectos y taras y con una hermosa caja para envolverlo.
Solo el trío de grandes actores aportan un poco de credibilidad al producto, que no constará entre las mejores películas de ninguno de los tres. Problemas de rodaje y entre el director y la productora han lastrado el pase por los cines y la promoción de esta película, lo cual a mi parecer es lo mejor que podía haberles pasado a todos los interesados. palabra de cinéfilo. A partir de la mitad de la proyección uno ya sabe todo lo que tiene que saber de la historia. Ya no hay nada de lo que asombrarse Y eso es muy malo en una peli de suspense. El relleno de la otra mitad no convence a nadie.
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