
Como diría mi viejo amigo Savater, Tom Sawyer es el paradigma de la infancia recuperada. Quizá no tanto como Huck Finn, el otro gran personaje infantil del americano Mark Twain, pero también menos oscuro, más cercano al niño que seguramente fui y a los jóvenes que ahora tengan el buen gusto de leerlo. No se fíen de la aparente sencillez de la narrativa, del estilo lineal, nada complejo de Twain en ete libro que no es "solo" un cuento para niños. Como "La isla del Tesoro" de Stevenson, algunas novelas de Verne o Dumas y, por supuesto Poe o Walter Scott, Tom Sawyer es una novela excelente, de un estilo sencillo pero no simple, con ráfagas líricas nada ñoñas y un delicioso sentido de la travesura y de la -bastante compleja- psicología infantil. Hay una fuerza, una energía poderosa en el pulso narrativo de esta novela, arropada con una técnica literaria impecable. No conozco a nadie que la disfrutara en su infancia que, ya adulto e incluso anciano, no la requiera nuevamente alguna vez y, en secreto, trata de secar la humedad de sus ojos.
Samuel Langhorne Clemens, 1835-1910, (cuyo pseudónimo nació de un grito fluvial de medida de profundidad en el Mississippi, -Mark Twain, Marca Dos- donde se ganaría la vida como marinero en su juventud, sacaría jugo a Tom y le hizo salir como protagonista o invitado especial en cuatro novelas: Aventuras de Tom Sawyer, Aventuras de Huckleberry Finn , Tom Sawyer policía y Tom Sawyer en el extranjero. Aunque sólo las dos primeras dan una medida justa de la calidad de Twain. El mozalbete, un bribonzuelo listo como una ardilla, despierto y audaz, mentiroso y romántico, es el prototipo del niño americano y por extensión y con algunas reservas de cualquier niño de su edad (como Guillermo Brown del inglés). Mucho menos asilvestrado que su amigo Huck Finn (este sí, un auténtico ejemplar de joven libre) Tom rompe las reglas pero no mucho, se enfrenta a dificultades pero siempre tiene una salida asegurada, inicia aventuras peligrosas pero sabe no estirar demasiado la situación y emplear el ingenio y la astucia. Al contrario que Huck, intuye dónde está el recto camino de la madurez y el bienestar social.
Se suele definir esta novela como una narración iniciática, quizá dirigida a un público un poco más joven que "El guardián en el centeno" de Salinger. Tom, muestra su rebeldía y su protesta contra un mundo adulto rígido y encorsetado por normas y tradiciones no solo en sus acciones cotidianas en la escuela o en casa de Tía Polly, donde vive, sino "inventando" aventuras que le den emoción a la existencia y para ello recurre a Huck, un "border line" social, con el que se propone un viaje a través del Mississippi. Será un viaje con peligros reales y los dos niños, auténticos "pícaros", regresarán a San Petersburgo, un discreto pueblito a orillas del gran río, el hogar, más ricos y maduros (relativamente: al final de la novela, Tom hace planes con Huck para llegar a ser grandes ladrones cuando sean adultos).
Así pues, amigos jóvenes y amigos adultos, no se pierdan "Las aventuras de Tom Sawyer" y las complementan con las de Huck Finn. Se divertirán, palabra.
FICHA
LAS AVENTURAS DE TOM SAWYER.- Mark Twain.-Trad. Aldo Berti.-ALMA ED. Clásicos ilustrados. pags. 255. ISBN: 9788415618744